SOCIOLOGIA DEL TRABAJO

http://www.youtube.com/watch?v=OPnZ31E77XQ

lunes, 30 de mayo de 2011

PROBLEMAS CLÁSICOS DE LA CRISIS DEL TRABAJO


(PARA EL PRÓXIMO MIÉRCOLES 8 DE JUNIO TIENEN EL SEGUNDO PARCIAL, DEL ESTOS TRES ULTIMOS TEMAS; PROBLEMAS CLÁSICOS, ORÍGENES DE LA SOCIOLOGÍA DEL TRABAJO, Y EL TEMA DE LA ANTROPOLOGÍA DEL TRABAJO)




El problema teórico de la crisis del trabajo adopta varias formas, aunque se le ha querido reducir a una de ellas, la del fin del trabajo:

1. La crisis de la actividad laboral como centro de la creación de identidad de sujetos sociales, que es una preocupación de los sociólogos ex-marxistas y postmodernos, lo es también de las doctrinas del Management en tanto identidad con la empresa, pero no de los economistas neoliberales.

2. La crisis del trabajo como núcleo de la acumulación del capital, negación de toda teoría del valor trabajo como anticuada, afirmación del mercado como mecanismo de fijación de los precios frente a los enfoques productivistas . Se le relaciona con dos procesos de gran importancia actual: el sobredimensionamiento del sector financiero, sin relación estricta con la economía real, y la nueva etapa de automatización de los procesos productivos, en la cual el trabajo se reduce sustancialmente frente al capital constante. Dos extensiones de esta polémica serían las de la Globalización y sus tendencias a la homogeneidad económica internacional, y la de la convergencia en Modelos de Producción en el nivel mundial.

3. La crisis de la centralidad del trabajo en la sociedad postindustrial .

4. El significado que estas formas de la crisis del trabajo adquiere para América latina u otras regiones del planeta.

Problemas clásicos de la crisis del trabajo

Las diversas connotaciones de la crisis del trabajo nos remite al antiguo problema del concepto de trabajo.

La sociedad capitalista y en particular la economía neoclásica nos acostumbró a entender por trabajo el asalariado. El uso restringido del concepto trabajo como asalariado conduce a consideraciones como su pérdida de importancia en la población económicamente activa (PEA), o bien a la constatación de la disminución del empleo en el sector industrial. En la antigüedad y en la edad media hubo socialmente un desprecio por el trabajo, adjudicado a clases bajas o visto como castigo y penitencia. La reivindicación del trabajo como valor social empezó con los luteranos y claramente con los calvinistas, en los inicios del capitalismo, pero recién en el siglo XIX se difundió plenamente en Europa Occidental y los Estados Unidos la moral laboral, más entre la clase media que en la aristocracia y los obreros. Esto se refleja en la teoría económica clásica, que considera al trabajo como fuente de todo valor, complementada con la visión de la sociedad y del hombre como un gran mercado. Sin embargo, a mediados del siglo XIX esta concepción añade una precisión y un cambio cuando se da la gran escisión en las ciencias sociales entre la visión marginalista y posteriormente neoclásica de la economía, y las otras ciencias sociales. Para la primera el hombre es visto en su individualidad y como actor racional, la sociedad es reducida al mercado y, a la vez el trabajo deja de ser el único creador de valor, lo central en el proceso económico es el mercado. Las otras ciencias sociales de la época no son individualistas metodológicamente, ni adoptan la perspectiva del actor racional. Durkheim destaca los aspectos morales de la división del trabajo; Weber se lamenta de la burocratización, pero lo racional legal es solo una forma de acción; la primera sociología industrial de Elton Mayo destaca el campo del sentimiento en la producción. Hay una contradicción importante dentro del campo dominante, se pide a la clase obrera una ética del trabajo y, sin embargo, se reduce a los trabajadores a actores racionales interesados. Las ciencias sociales, a diferencia de los neoclásicos, se preocupan por la pérdida de solidaridad frente al avance del capitalismo. La primera crisis de la economía neoclásica refuerza las visiones que reivindican los aspectos regulatorios y funcionales de las relaciones laborales, como el keynesianismo, las relaciones industriales como disciplina, la sociología industrial, el funcionalismo en sociología. La crisis del estado social de los setenta contribuye al nuevo ascenso de los neoclásicos, pero de los decepcionados de la clase obrera como sujeto revolucionario surgen las primeras versiones de la crisis del trabajo, posteriormente y los posmodernos, hasta llegar a las versiones más pragmáticas y pesimistas, como las de los organismos internacionales. Ya que el concepto de trabajo ha cambiado históricamente, conviene recapitular acerca de su significado. En su aspecto más básico, el trabajo puede entenderse como la transformación de un objeto de trabajo como resultado de la actividad humana. Esta actividad no es aislada, sino que implica cierta interacción con otros hombres; como resultado de ella el hombre mismo se transforma. Además, el trabajo implica cierto nivel de conciencia, de las metas, en cuanto a los resultados y la manera de lograrlos.
Esta definición tan general tiene que ser contextualizada históricamente:


1. En cuanto al objeto de trabajo. Antes de que adquiriera importancia la producción inmaterial, el objeto de trabajo provenía de la naturaleza de manera inmediata o mediata como resultado de trabajos anteriores. Sin embargo, si algo caracteriza y modifica los anteriores conceptos de trabajo y de procesos de trabajo a fines del siglo XX, es la extensión de la producción inmaterial y de la transformación de objetos simbólicos. La producción inmaterial es aquella que no existe separada de la propia actividad de producir y que de manera ideal comprime las fases económicas tradicionales de producción, circulación y consumo en un solo acto. Esta compresión del proceso económico pone en relación directa en el acto mismo de la producción, al productor con el consumidor-cliente, complejizando las relaciones sociales de producción al hacer intervenir a un tercer sujeto de manera inmediata en el proceso de producción junto al trabajador y su patrón. Son los casos de los servicios de salud, los educativos, los de esparcimiento, los viajes, etc. En una parte de estos el objeto material sigue siendo importante, por ejemplo el film, en el cine como espectáculo; sin embargo, el proceso completo implica la participación directa del consumidor en al menos una parte de la producción del espectáculo. Por otra parte, cada vez más objetos no provienen de la naturaleza sino que son productos puramente simbólicos del propio hombre y aunque se plasmen en forma material, este sustrato es poco relevante frente al aspecto simbólico: por ejemplo la creación de conocimiento que puede encarnar en programas de computadora o fórmulas en un papel, pero su valor e importancia estriba en el campo simbólico, hasta cierto punto independiente del soporte material que sirve para la transmisión. Estos objetos no dejan de ser útiles para satisfacer determinadas necesidades humanas, pero la naturaleza es menos importante para su generación;

2. En cuanto a la actividad de trabajar. Esta implica el desgaste de energía de trabajo, sin embargo la gran transformación viene por la mayor importancia del aspecto intelectual del trabajo con respecto al físico, sin suponer que el trabajo físico pueda realizarse sin intervención del intelectual. Sin embargo, el concepto de trabajo intelectual resulta extremadamente abstracto frente a las complejidades del aspecto subjetivo del trabajo. De tal forma que cabría hablar mejor de trabajo en sus fases objetiva y subjetiva con un producto objetivado, que muchas veces como en la producción inmaterial, no es posible separar ni siquiera en dimensiones objetiva y subjetiva, ni del acto mismo de creación. La objetivación se da de manera automática en otro sujeto, el cliente o usuario, y no en un objeto separado de los dos. Aspecto subjetivo del trabajo implica conocimiento pero también valores, sentimientos, estética, formas de razonamiento y discursos. En la actividad de trabajar aquellos se ponen en juego con mayor o menor intensidad, pero nunca se actúa como simple máquina racional para relacionar medios y fines;

3. La actividad laboral es a la vez interacción inmediata o mediata entre sujetos, el cara a cara en la actividad productiva sigue existiendo, pero no es una condición necesaria de los procesos productivos actuales. Cabría mejor hablar de una comunidad simbólica del trabajo, que puede tener lazos materiales más o menos fuertes. De esta forma el sentirse parte de esta comunidad del trabajo no depende ya del cara a cara, sino de la intensidad subjetiva y material de los lazos. Esta manera de ver la interacción laboral podría llevarnos más adelante a transformar conceptos superficiales de identidad que parecieran venir de una antropología de las comunidades preindustriales;

4. Pero los elementos señalados no son suficientes para llenar un concepto histórico de trabajo. Resulta indispensable situar la actividad laboral en determinadas relaciones sociales entre los participantes: asalariados y patrones, clientes y usuarios, miembros de una familia, del que trabaja por su cuenta, del que trabaja comunitariamente, del trabajo al estudiar.

Es decir, la diferencia histórica entre trabajo y no trabajo no puede ser determinada por el tipo de actividad, o de objeto, sino por su articulación en ciertas relaciones sociales de subordinación, cooperación, explotación o autonomía. Esta ubicación permite, junto a otros niveles de la cultura y el poder, conferir además significación social al trabajo, definir qué es trabajo frente a lo que no lo es, valorar el trabajo en términos morales y también valorarlo en términos económicos, por ejemplo frente al capital

No cabe por tanto la definición abstracta de lo que es trabajo (frente a lo que no lo es), sino que sus significaciones son construcciones sociales que implican determinadas relaciones de poder y dominación, relaciones de fuerzas que pueden hacer variar los significados de los conceptos. El pensamiento único reduce el trabajo al asalariado, dándole un carácter universal y no histórico. Su visión se complementa con dos conceptos adicionales: el concepto de utilidad, sancionado en última instancia por el mercado y el de productividad total de los factores. De acuerdo con esta última noción, tanto el trabajo como el capital (medios de producción) serían productivos, y con los procesos de automatización se tendría una pérdida de importancia del trabajo frente al capital.

El triunfo actual de la economía neoclásica no solo implica la relegación social del trabajo frente al capital como fuente del valor, sino de la propia producción frente al mercado, supuestamente constatado por la hipertrofia del sector financiero especulativo como fuente de grandes riquezas sin vínculo con la producción. Frente a esta victoria señalaríamos que:

1. Ciertamente que la producción manufacturera en general se reduce frente a los servicios. Sin embargo, el concepto de servicio en la economía de tres sectores siempre ha significado un costal en el que caben muchas actividades heterogéneas. La no existencia de un producto material claro en los servicios no los excluye del campo de la producción. Una parte de ellos son en realidad la síntesis entre producción, circulación y consumo, que compactan sus tiempos y espacios. De manera aun más audaz, cabría preguntar si todavía es pertinente la división entre producción y circulación de las mercancías. Las circulaciones también añaden valor, por ejemplo la venta en un supermercado, que no es simplemente el traslado de la mercancía a un lugar de venta, sino que incluye mercadotecnia, trabajo de presentación, de publicidad, etc. Salvo que tengamos un concepto muy primitivo del valor como reducido al sustrato material de algunas mercancías, cabría hablar de un valor simbólico que también se traduciría en el precio. Producción circulatoria y circulación productiva. El aspecto físico de la actividad productiva puede ser diferente, pero también lo es en las manufacturas actuales con respecto a las fábricas manchesterianas. Una visión de la economía que tiene su punto de partida en la manufactura, que como proceso se continuaría en el comercio y terminaría en el consumo no productivo, corresponde a la etapa del capitalismo industrial en el que la agricultura había pasado a un segundo o tercer plano y los servicios no eran muy importantes. Hoy uno de los puntos de partida en lugar de la producción industrial puede ser la producción de servicios, en otros casos puede ser la manufactura seguida de los servicios antes del consumo final. Es decir, la manufactura y el trabajador de la manufactura no tienen que ser en todas las condiciones históricas capitalistas el punto de partida del proceso económico, aquella fue una situación histórica que hoy es en parte cuestionada.

2. Trabajo y reproducción social de la fuerza de trabajo. La producción es también reproducción social, pero hay una parte de la reproducción que se considera fuera de la producción capitalista. Se trata en parte del trabajo de reproducción en la familia para satisfacer necesidades de alojamiento, alimentación, esparcimiento, cuidado de los niños que no adquieran un carácter mercantil.
Por otro lado, en muchos lugares del planeta se expanden o mantienen los trabajos mercantiles y de subsistencia no capitalistas: el campesino, el por cuenta propia, el trabajo familiar para la venta. Los trabajos no salariados para la venta finalmente han llegado a ser reconocidos como trabajo, las teorías feministas reivindican el reconocimiento del trabajo doméstico no mercantil como trabajo, relacionado por ejemplo, con el concepto de doble jornada. Hay actividades en las que no es posible separar tajantemente producción de reproducción externa, por ejemplo en el trabajo a domicilio, en muchos trabajos familiares para la venta, en el autoempleo, en el trabajo doméstico, en la venta callejera y a domicilio, en el moderno trabajo en casa. De cualquier manera la presión sigue intensa para reconocer solo como trabajo el que produce mercancías, aunque no siempre se utilice trabajo asalariado. Estos límites entre trabajo y no trabajo no son naturales, se definen socialmente y socialmente pueden cambiar en una relación de fuerzas económicas y sociales diferente a la actual.

3. ¿Cómo explicar el auge del sector financiero?
Grandes riquezas dinerarias se han generado al margen de la producción o del valor real de los activos de las empresas que venden acciones en las bolsas de valores. Asimismo, grandes derrumbes de las bolsas han esfumado los ahorros de mucha gente. Como punto de partida, se podría pensar que hubiera cierta relación entre el valor de una acción y el de los activos de la empresa que coloca títulos en el mercado de valores; a partir de allí operaría una fetichización del capital que aparecería como si tuviera capacidades por el solo hecho de reproducirse. Sin embargo, el fetichismo de la economía capitalista no es mera ficción, es la representación de una realidad invertida y con ello no es menos real que la producción. Desde el momento en que el capital es una relación social y no un objeto físico (maquinaria o equipo), sino que determinados objetos adquieren el carácter de capital sólo porque operan dentro de determinadas relaciones entre los hombres, no es necesario que para que exista capital tenga que encarnarse en un objeto físico, ni tampoco que para que exista la riqueza tenga que darse desgaste físico de fuerza de trabajo. La idea de fuerza de trabajo como capaz de crear valores y trabajo como desgaste de fuerza de trabajo, no puede asimilarse a lo físico exclusivamente; el aspecto subjetivo del trabajo entra en el proceso, pero lo más importante es la significación social que se da a determinada actividad. De esta manera, las ganancias del sector financiero pueden verse por el lado de cómo el precio de las acciones proporcionales al valor de los activos, se elevan o disminuyen como precios de mercado por efecto de la oferta y la demanda de acciones, pero el valor de las acciones también está impregnada de subjetividad y de relaciones de poder dentro de ciertos límites. De esta manera, las crisis financieras no son tanto por separación excesiva entre valor de los activos de las empresas y precio de las acciones, porque teóricamente no habría un límite superior, sino por pánicos subjetivos motivados por factores aleatorios.

No obstante, aunque una parte importante de la acumulación del capital se haya desprendido del trabajo, otra parte de las necesidades humanas se satisfacen con productos materiales o simbólicos resultado del trabajo. De tal forma que la manufactura, la agricultura o los servicios no financieros, no son prescindibles y en ellos se ocupa la inmensa mayoría de la PEA

4. No todo el capital es especulativo, ni es pensable un mundo reducido a la especulación financiera. En el otro mundo, el de la producción, incluyendo la circulación productiva, para diferenciarla de la especulativa, la importancia del trabajo es otra. Este es el mundo de la reivindicación actual de la ética toyotista del trabajo, del involucramiento, de la participación, de la identidad con la empresa. Ni siquiera frente a la nueva automatización se plantea prescindir totalmente de los trabajadores. Este no es el mundo de la economía neoclásica, ni del actor racional y el individualismo metodológico, sino el de las nuevas doctrinas de la gerencia que invocan una nueva cultura laboral, el trabajo en equipo, el trabajo en grupo y sobre todo la identidad como factor de competitividad. En este mundo no se considera que la riqueza sólo se crea especulativamente, sino también en el proceso de producción. Es decir, el capitalismo neoliberal se debate en una dualidad, por un lado muestra que la mayor parte de la riqueza se crea especulativamente, que para ello el trabajo es prescindible, pero a la vez, no puede prescindir del sector de la producción material e inmaterial y de la circulación productiva y en este sector, indispensable para satisfacer necesidades humanas e incluso para el disfrute de las ganancias especulativas, el trabajo continúa siendo muy importante.

Entre el paradigma de la producción y el paradigma del mercado se debate el papel del trabajo socialmente útil. En este debate no dejan de estar presentes cercanos temores a la clase obrera, como aquella que se atrevió a sostener utopías de socialismo o de estado benefactor no hace tanto tiempo. El desprestigio del trabajo, demostrando su prescidibilidad para crear la riqueza y el bienestar, se enfrenta a la contradicción en el nivel de la economía real, de su necesidad.

2. Síntesis de la polémica del "fin del trabajo"

En otros momentos hemos tratado con detalle esta polémica, aquí nos concretaremos a sintetizarla. A fines de la década del setenta, André Gorz estableció su famosa tesis acerca del Adiós al proletariado. En ese momento se iniciaba apenas la reestructuración productiva internacional en su forma inicial de introducción de nuevas tecnologías y no estaba claro todavía el cambio en la forma de estado hacia el neoliberalismo, excepto en Inglaterra; el neocorporativismo en Europa era la regla, con influencia fuerte de los sindicatos en las políticas estatales, y resonaban aún los ecos de las revueltas obreristas por el control sobre el proceso de trabajo. En este contexto la tesis de Gorz era optimista, el adiós al proletariado es más que una tendencia estructural, un programa político por la abolición del trabajo y la recuperación del tiempo libre, potenciado todo esto por la naciente revolución tecnológica que supuestamente permitiría satisfacer las necesidades de la humanidad con menos trabajo. Las tesis de Gorz son, a su vez, un cuestionamiento de las de Marx en cuanto a pensar que la esencia del hombre sea el trabajo y, por lo tanto, su centralidad en la estructuración de las otras relaciones sociales. Por el contrario, Gorz reivindica la sociedad del no trabajo y llama a luchar por ella no al proletariado sino a lo que denomina la "no clase".

Las tesis de Offe, posteriores a las de Gorz, son de transición entre la primera visión optimista y de lucha de la "no clase" por el fin de la sociedad del trabajo y las actuales visiones catastrofistas acerca del futuro del trabajo y, en particular, de las organizaciones de los trabajadores. Para Offe el fin de la centralidad del trabajo como espacio estructurador de la sociedad se define a partir de dos grandes transformaciones : por un lado, el cambio en la estructura de la economía hacia el sector terciario en menoscabo del industrial y, en especial, de las ocupaciones: más cuellos blancos que azules; las diferencias entre pequeñas y grandes empresas; la extensión de las ocupaciones no manuales en detrimento de las manuales. Todo esto dentro de los procesos productivos y en los mercados de trabajo. El otro argumento más teórico de Offe remite a la fragmentación de los mundos de vida de los trabajadores, en particular entre el mundo del trabajo y el de la familia, el tiempo libre y el consumo, se trataría también de la pérdida de importancia del mundo del trabajo en la conformación de identidades y subjetividades.
Es decir, la anulación para Offe de capacidades transformadoras amplias de los trabajadores, o de sujetos que tengan su centro en el trabajo, parte de la heterogeneidad de los obreros y, de manera más profunda, de la fragmentación de sus mundos de vida; esto último se convertirá en los posmodernos, en obstáculo absoluto para la conformación de identidades amplias no solo de los obreros sino de todo sujeto social. Para la posmodernidad la fragmentación no sólo es de mundos de vida sino del todo, de la cultura, la personalidad; ya no habría la posibilidad de grandes proyectos, ni grandes sujetos o identidades, se vive en lo sincrónico, el concepto de historia ha perdido sentido.

Tesis nº 1: El cambio en la estructura de la economía hacia los servicios, y en particular de las ocupaciones, ha generado una gran heterogeneidad entre los trabajadores dentro y fuera de los procesos productivos que se traduce en valores y actitudes diferenciadas que imposibilitan la conformación de sujetos amplios del trabajo.

Desde el punto de vista teórico esta tesis es profundamente estructuralista, son las ubicaciones en ocupaciones las que determinan valores, actitudes, cultura, y, por tanto, identidades, y si las ocupaciones son heterogéneas, no es posible pensar en sujetos amplios del trabajo. A esta visión estructuralista y estática de la cultura y la identidad se podría oponer otra dinámica en donde las estructuras no determinan completamente las subjetividades, estas se construirían a partir de espacios diversos de acción, no sólo los ocupacionales. Además, habría que rechazar la noción de subjetividad también como estructura más o menos fija para dar sentido, y pensarla como heterogénea, con plasticidad y reacomodo para dar sentido a situaciones concretas. Las antiguas nociones gramscianas de mal y buen sentido en las concepciones del mundo, pudieran ser actualizadas; en determinadas circunstancias estratos profundos del buen sentido subjetivo pueden emerger y opacar, relegar a los malos sentidos del individualismo, a la falta de solidaridad; hay seguramente en las culturas populares elementos fosilizados pero actuantes de buen sentido que pueden ser la base de una nueva solidaridad e identidad. La emergencia de movimientos sociales amplios de nuevo tipo en México, como el Barzón y los indígenas, muestran que la solidaridad no ha terminado, que puede ser relanzada con imaginación y ubicación clara en las nuevas circunstancias. La explicación de la crisis de los sindicatos a partir de la supuesta decadencia estructural de un tipo de obrero que habría sido la base de las luchas durante un siglo, es un mito construido por Touraine y otros intelectuales y repetido hasta convertirse en profecía autocumplida. El supuesto obrero de la industria pesada, calificado, hombre, con trabajo estable y sindicalizado, siempre fue una minoría en todas las épocas, y no en todos los países y épocas ha sido la vanguardia del movimiento proletario. Basta pensar que los trabajadores que crearon la primera internacional eran sobre todo de oficios ; que la vanguardia durante largos años en México fueron los ferrocarrileros, los electricistas, los maestros ; que en los años setenta irrumpieron trabajadores de servicios modernos para los cuales no fue una limitación no ser de industrias o trabajadores manuales, como los telefonistas, bancarios, o de la aviación. En términos empíricos no en todos los países desarrollados ha declinado la industria; más bien hay dos trayectorias, aquella de Estados Unidos e Inglaterra en donde la industria declina en favor de servicios modernos y tradicionales, y la de Alemania y Japón, que conservan una industria fuerte con desarrollo de los servicios modernos (Castells y Aoyama, 1994). Lo mismo se puede decir en el mundo desarrollado de la extensión de los trabajadores de oficinas con relación a los de producción, hay países en los que aumentan y otros en donde no es así; es la misma situación para los trabajadores que generan nuevos conocimientos, que no hay que confundir con aquellos que utilizan equipo informatizado en forma más o menos rutinaria; tampoco es claro en todos los países su incremento. Ciertamente hay extensión del trabajo en empresas subcontratistas, a tiempo parcial o por hora en Europa, como indicadores de precarización del trabajo más que de la utopía de la flexibilidad en favor del trabajador. En América Latina la reestructuración productiva también se presenta desde la década pasada pero su extensión y forma no han impactado tanto la estructura de las ocupaciones. Los datos muestran que la extensión de cuellos blancos y técnicos es limitada y que si bien ha disminuido el trabajo asalariado (a diferencia de Europa donde el trabajo por cuenta propia es muy bajo), ha sido más por la informalidad de los empleos y la incapacidad del sector formal para crear suficientes puestos de trabajo a desempleados y nuevas generaciones de demandantes de empleo. Es decir, hay que rechazar como mistificantes las tesis de que el autoempleo en América Latina es una salida de largo plazo para el mercado de trabajo; este autoempleo es de baja productividad, precario en muchos aspectos y reducido a unas cuantas ramas de los servicios y de la industria. Una economía no puede basar su crecimiento en este tipo de actividades. En síntesis, no hay una demostración fehaciente de que terciarización o nuevas ocupaciones tengan que darse con rechazo de los sindicatos, la prueba empírica es simplista porque ha consistido en escoger un período en el que las tasas de sindicalización bajan y por correlación, asociarlas con el surgimiento de nuevas ocupaciones y concluir, por lo tanto, que una es la causa de la otra. En todo caso, los trabajadores asalariados no privilegiados son suficientemente numerosos en todos los países como para ser potenciales miembros de organizaciones obreras, además de que por ahora resulta exagerado el impacto de la reestructuración productiva en las ocupaciones .

Tesis nº 2: Hay un nuevo individualismo basado en la fragmentación de los mundos de vida de los trabajadores y la pérdida de importancia del mundo del trabajo en la conformación de subjetividades.

En primer lugar, el problema de la fragmentación de lo social puede ser una característica general de las sociedades; así lo han planteado algunas de las tesis posmodernas más consistentes, y no solo la de la sociedad postindustrial. Lo anterior va en contra por supuesto de las tesis holistas que predominaron en casi todas las grandes teorías sociales por más de un siglo. Pero a las tesis de las fragmentaciones absolutas se pueden oponer no solo el holismo con su ontología de todo articulado, sino la idea de articulaciones parciales y potenciales en función de prácticas, como construcciones sociales. Volviendo a nuestro terreno, la desarticulación postmoderna y las concepciones de Offe no son asimilables a las ideas actuales acerca de descentralización de la producción o de las relaciones laborales, porque la descentralización de la producción a través de redes de subcontratistas, implica a la vez articulaciones muy precisas entre empresas mediante los sistemas "justo a tiempo". Por otro lado, las estrategias empresariales de involucramiento de los trabajadores con los fines de la empresa, de la productividad y la calidad, implican la idea de identidad colectiva, cultura y articulación entre campos de la producción, con otros de la reproducción externa de los trabajadores como la familia, la religión, el tiempo libre o el consumo. Es decir, espacios que no están vinculados de por sí o lo están en forma ambigua, tratan de ser voluntariamente articulados por medio de las estrategias de sujetos empresariales y a veces sindicales. La sociedad del no trabajo que imaginaban algunos teóricos de principios de los ochenta por la aplicación de las nuevas tecnologías, se ha convertido mas bien en la sociedad del mucho e intenso trabajo para los que tienen empleo, y de la desocupación no deseada ni enriquecedora para los otros. Las estrategias toyotistas empresariales de involucramiento de los trabajadores implican a su vez el renacimiento de la ética del trabajo, basta ver su uso productivo en Japón, donde se habla del uso de la ética confuciana, superior a la protestante en beneficio de la productividad. ¿Es importante el espacio del trabajo en la conformación de subjetividades e identidades todavía? Los argumentos en contra son insuficientes, la fragmentación no es un límite absoluto y no está claro el fin de la ética del trabajo. La posición contraria tampoco es obvia. Es probable que sobre la capacidad de dar sentido a las situaciones y la construcción de la voluntad de la acción colectiva influyan estructuras parciales de mundos de vida diversos de los actores. Estas estructuras parciales pueden estar relacionadas con elementos valorativos, de personalidad, estéticos, sentimentales, discursivos y formas de razonamiento que permiten dar sentido a las situaciones concretas. Los diversos elementos subjetivos no son todos ellos coherentes, unos pueden permanecer relegados dependiendo de las condiciones externas al sujeto; asimismo, las diferentes configuraciones entre elementos para dar sentido pueden ser unas más rutinarias y probadas que otras. Pero en relación con las prácticas, estos elementos subjetivos y eventualmente, las configuraciones más complejas para dar sentido a situaciones específicas, pueden modificarse por medio de asimilaciones, rejerarquizaciones o resemantizaciones. Estos cambios en la subjetividad pueden ser moleculares o bruscos . En particular habría que preguntarse cuál es la posibilidad de que los movimientos sociales provoquen cambios bruscos en las subjetividades y también en las reestructuraciones productivas, en las condiciones ocupacionales o en el mercado de trabajo. La posibilidad de estos cambios bruscos viene de la irrupción súbita de espacios de acción para los cuales las rutinas subjetivas se muestran limitadas o impotentes. También habría que añadir que los recambios, por bruscos que sean, nunca pueden hacer tabla rasa con las subjetividades anteriores; en todo caso pueden hacer emerger estratos que habían permanecido fosilizados o relegados, poco actuantes, que actuaban de manera ambigua o no consciente. En otras palabras, más que buscar una respuesta a priori acerca de sí el espacio del trabajo es todavía importante en la conformación de las subjetividades e identidades, habría que investigarlo concretamente para las diferentes categorías de trabajadores. En todo caso la predicción sobre el aumento del tiempo libre no se cumplió y los que tienen empleo en general tienen que trabajar más tiempo y más intensamente que antes para subsistir; en segundo lugar, las investigaciones concretas sobre el tema muestran que el trabajo sí puede ser importante en la conformación de cultura.

Tesis nº 3: La decadencia del movimiento obrero se debe principalmente al triunfo de las estrategias de los empresarios para ganarse a los trabajadores y hacerles ver que el enemigo no es el capital sino las empresas competidoras en el mercado; también es por la transformación del estado hacia el neoliberalismo, que ha reducido espacios de acción de los sindicatos y ha apoyado a las empresas en la flexibilidad del mercado de trabajo.

Es cierto que las gerencias y el Estado en las empresas reconvertidas, han establecido estrategias de recursos humanos que implican saltarse a los sindicatos y conseguir la adhesión de los empleados para los fines de las empresas. También es cierto que han emprendido tácticas de flexibilización del trabajo y descentralización de las relaciones laborales, que se han traducido frecuentemente en desregulación del trabajo y, en parte, en precarización. Por otro lado, los Estados neoliberales han apoyado la flexibilización del trabajo promulgando leyes laborales menos rígidas, favoreciendo la firma de contratos colectivos flexibles y debilitando los pactos corporativos con sus implicaciones en la seguridad social y la influencia política de los sindicatos. Pero todo esto no puede verse como una necesidad irremisible de las nuevas condiciones del mercado; hay que rechazar las concepciones que hablan de una sola vía en el modelo económico y sus implicaciones laborales. En esta medida, los cambios anteriores en las estrategias de las empresas y de los estados, sí han debilitado a los sindicatos, pero como resultado de una lucha política más que como necesidad económica insalvable en la que la peor parte la han llevado los sindicatos y los trabajadores: han perdido una batalla pero la guerra no ha terminado. Sin embargo, la base material de un relanzamiento del movimiento obrero-social se encuentra en la extensión de la heterogeneidad y la desigualdad laboral y no laboral. El neoliberalismo en todas partes ha creado una nueva "situación social". Así llamaron en el siglo pasado a los efectos destructores de la revolución industrial en Europa y en los Estados Unidos: miseria y analfabetismo entre los trabajadores, extenuantes horarios de trabajo, niños encadenados a las máquinas, comunidades agrarias destruidas, culturas desarticuladas, exclusión política de los obreros, ilegalidad de sus organizaciones, inexistencia del derecho laboral o social. Esta situación social fue la base material en donde anidaron las ideologías anarquistas, comunistas y socialdemócratas. No fue el libre mercado el que mejoró las condiciones de vida de los trabajadores, ni el establecimiento mucho después de los estados benefactores, simples concesiones del capital, sino resultado de largos años de luchas del proletariado. En estos largos años se acuñaron nuevas ideologías, teorías, organizaciones de nuevo tipo y proyectos de sociedad alternativa. Hoy como ayer el capital genera una "situación social", las promesas de bienestar derivadas de las nuevas tecnologías, con nuevas calificaciones, trabajo creativo y flexibilidad enriquecedora del trabajo, quedan reducidas para una minoría de la humanidad, el resto tiene que soportar peores condiciones de trabajo y salarios, inseguridad en sus empleos, una flexibilidad destructiva no sólo de las calificaciones sino de la dignidad. La nueva "situación social" abarca a la mayor parte de los pobladores de esta tierra, no todos ellos son empleados del capital pero igualmente sufren por la forma como ese capital global se desarrolla. Ya no existe el estado benefactor que amortiguaba los desmanes del mercado, la sociedad reducida al mercado está generando los gérmenes de su propia destrucción desde el momento en que para las grandes mayorías solamente ofrece paraísos imposibles de alcanzar por medio del intercambio de bienes, servicios o fuerza de trabajo. Es en esta situación social nueva, desechando los mitos acerca del posfordismo, la posmodernidad, la sociedad postindustrial, en donde los sindicatos y otros tipos de organizaciones de los trabajadores pueden empezar a construir una nueva utopía de sociedad.

Tesis nº 4: En la sociedad postindustrial es prescindible el trabajo y por lo tanto los trabajadores, el capital ya no tiene nombre; se trata ahora de los fondos de pensiones pertenecientes a miles de pequeños ahorristas con un carácter más especulativo que productivo, es decir la riqueza social ya no depende del trabajo.

Primero sobre la propiedad del capital, es cierto que los fondos de pensiones cambian el sentido de la propiedad, pero esta tendencia ya se avizoraba desde las sociedades anónimas en las que los accionistas no tiene el control de todas las decisiones y las han delegado en los gerentes, que no son los dueños. En el caso de los fondos de pensiones esta distancia entre decisiones de la producción y propietarios se vuelve total, en todo caso la sanción es a posteriori según el desempeño de las empresas en tanto dividendos y comportamiento en los mercados financieros. Pero lo anterior no muestra que haya desaparecido el capitalismo, sino que el capital como abstracción ha llegado al máximo de su despersonalización, sigue su lógica acumulativa independientemente de los sujetos sociales en los que se encarna. Esto no elimina explotaciones y demás formas de funcionar del capitalismo, en todo caso lleva su fetichización a su máxima expresión. Pero, la lucha de los trabajadores en contra de la explotación no deja de tener sujetos concretos en contra, los managers y los financieros, aunque no sean los propietarios absolutos de los medios de producción, a la vez se vuelve potencialmente una lucha en contra de una relación social en donde una de las partes es una abstracción existente más que un sujeto personalizado. En cuanto a la relación entre finanzas y economía real, es cierto que grandes fortunas se generan en el plano financiero por dos vías: jugando en las bolsas de valores a sus fluctuaciones sin importar el desempeño productivo de las empresas cuyas acciones se compran, y la apuesta a las fluctuaciones monetarias, en tanto devaluaciones o revaluaciones de las monedas. En estas condiciones no puede plantearse, como en las concepciones clásicas, que las ganancias especulativas provienen del reparto de la plusvalía generada en la producción. Se trata de ganancias que tienen detrás valores despojados de su objetivación, pero que igual pueden intercambiarse a través del dinero por valores objetivados. Dinero que pare dinero, decía Marx, el fetichismo del capital en el que aparece él mismo como creador de valores. Este funcionamiento de las economías de casino ha dado una gran fragilidad a los sistemas financieros y desatado crisis monetarias y financieras sin conexión estricta con el mundo de la producción. Millones de seres humanos están expuestos a este casino internacional, como ya hemos experimentado en México en diciembre de 1994, este campo se convierte en central para controlar movimientos sociales alternativos. Sin embargo, no toda la economía
es el sector financiero, la producción y la circulación productiva siguen siendo un gran negocio para el capital y los hombres serán siempre consumidores de bienes y servicios; por lo tanto se requerirá de alguien que los produzca y la empresa sin trabajadores, en general, no existe. Además, vista la producción como cadenas productivas internacionales, esta articulación es por regiones o países, entre empresas automatizadas con otras que no los son, y la rentabilidad capitalista se explica por ambos segmentos y no sólo por los de alta tecnología. En esta medida, aunque el trabajo industrial disminuya, aumenta el de servicios y la humanidad no está transitando hacia la sociedad del ocio, por el contrario hay una constatación general del incremento de las jornadas de trabajo. Es decir, desde el punto de vista de los mundos de vida, el del trabajo sigue siendo muy importante para la mayor parte de la humanidad, aquellos que viven sólo de jugar en las bolsas de valores son una minoría.


domingo, 22 de mayo de 2011

SOCIOLOGIA DEL TRABAJO, CONCEPTOS Y ORÍGENES

SOCIOLOGÍA DEL TRABAJO

TEMA 1: Orígenes y objeto de estudio de la sociología del trabajo.
Conceptos y significados del trabajo
La sociología del trabajo nace a partir de la Revolución Industrial. Encontramos 4 aspectos:

 Políticos
Hasta 1789 en Francia había una monarquía absoluta. La caída de la monarquía da paso a las burguesías industriales. El valor que tenía primacía era la tierra (con la burguesía), pero este valor da paso a otro valor más importante, la industria. Nace el concepto de ciudadano (la persona es sujeto que tiene derechos, ya no es un súbdito). Se establecen derechos y libertades individuales.

 Económicos
Nuevo modo de producción capitalista. Manda quién tiene el capital. Aparece el trabajo asalariado. Aparece también el mercado capitalista de bienes y de trabajo, y el mercado de trabajo.


 Sociales
o Factores demográficos: se va a buscar a la gente del campo para que vayan a trabajar en la ciudad.

o Incremento de la educación

 Científico-técnico
Se ha de aplicar la racionalidad científica. Si la empresa es capaz de organizarse científicamente, será más productiva.

Hay 4 características atribuibles a la actividad “trabajo”:

 UNIVERSAL: el trabajo es una actividad universal; todos los pueblos han tenido que trabajar.
 CENTRAL: por 2 motivos:

o por el tiempo dedicado a trabajar a lo largo de toda la vida

o por la importancia que tiene para la subsistencia y reproducción de los pueblos.

 RACIONAL: el trabajo humano es una actividad premeditada que busca unos fines y para conseguirlos usa unos determinados medios. La especia humana es la única capaz de adquirir y acumular cultura suficiente como para unificar los objetivos y medios para comer. La racionalidad es exclusiva del ser humano.

 INTEGRADORA: la escasez de recursos ha obligado a que los humanos, para sobrevivir, tuvieran que llevar a cabo la actividad de forma colectiva y de forma organizada. El trabajo colectivo da sentido de orden y de pertenencia:

o sentido de orden: el realizar una serie de cosas fijas cada día hace que la persona se ordene (realiza una ordenación mental del tiempo)

o sentido de pertenencia: si trabajo en una empresa, me considero que pertenezco a una organización.




TEMA 2: Evolución histórica del significado del “trabajo”


Desde la aparición de la especia humana hasta la aparición de la agricultura, el trabajo fue una actividad esencialmente de supervivencia, que variaba entre 2 y 4 horas diarias, en función del :

• nivel de recursos que existía allí donde vivía
• número de individuos que formaba el grupo
• nivel de sofisticación de los instrumentos que tenían para cazar, pescar....


Se avanza tecnológicamente más alimentos para el mismo tiempo aprenden a guardar los alimentos
Una vez surge la agricultura todo cambia: la sociedad deja de ser nómada para ser sedentaria; aparecen civilizaciones estado los primeros que establecen los primero huertos van a buscar a los soldados para que cuiden sus productos (surgen los primeros ejércitos). Las primeras civilizaciones-estado aparecen en Mesopotamia.

Trabajo en la sociedad griega
Se establecerá la figura del esclavo, y los griegos justifican esta figura porque dicen que el trabajo es algo negativo (humillante). El excedente de producción se lo quedan las clases aristocráticas y entonces persiste el sistema esclavista.


Edad media
Ahora el trabajo los realizan los siervos. Ya no son esclavos, los siervos tienen un cierto derecho a ser protegidos por su señor feudal. La Iglesia, que es la figura más importante en la Edad Media, va añadir, no solo que el trabajo es humillante, sino que será la carga del pecado original (dicen que Adán y Eva no trabajaban hasta que pecaron y Dios los castigó a trabajar). Se trabajaba sólo para subsistir y el resto del día se oraba para pedir perdón a Dios. Sólo trabajan 2 profesiones: herrero y verdugo. PQ? La palabra “trabajo” viene del latín “Tripalium”, que significa 3 palos. Tanto a los caballos (herreros) como a los que tenían que ejecutar (verdugos) se les cogía con 3 palos para que no se moviesen.

Antes del s. XVI
La doctrina de la Iglesia era basada en Sto. Tomás de Aquino; sólo Dios designa el papel de cada individuo y este papel es intocable. La Iglesia reforzaba la división social entre ricos y pobres.


A partir del s. XVI y XVII
La Edad Media desaparece y se introduce la figura del “mercader”.

A final del s. XVII
Aparece el movimiento de los protestantes contra la Iglesia: hasta entonces se trabajaba y el resto del tiempo se oraba. Este movimiento da un nuevo enfoque a las ideas religiosas: la gente se salva trabajando mucho y orando lo indispensable.
Con la Revolución Industrial el que no trabaja es el peor. Existen dos grandes pensadores que van a explicar el porqué de la aparición de la Revolución Industrial Son Max Weber que dice que fue el movimiento protestante que cambió las ideas (IDEAS), y Carlos Marx, que dice que el culpable fue el DINERO, porque había una base capitalista suficientemente fuerte cómo para que se produjese.




TEMA 3: LA FÁBRICA COMO NUEVO ESPACIO DE TRABAJO PARA LA PRODUCCIÓN INDUSTRIAL DE MERCANCÍAS. LOS HECHOS DISTINTIVOS DEL TRABAJO ASALARIADO


La aparición de la fábrica fue el resultado de que la fábrica será el espacio físico para trabajar que mejor se adaptará a las ideas y los intereses de la naciente burguesía industrial. Si la fábrica no hubiera garantizado la maximización de beneficios a la burguesía, por mucha evolución que hubiese habido, no se hubiera escogido.
Esta aparición de la fábrica no va a resultar todo lo fácil que sus precursores pensaban:

 Los propietarios de las primeras fábricas eran antiguos artesanos que no tenían las capacidades necesarias para dirigir y controlar al gran nº de trabajadores. Muchos abandonan y vuelven a sus comercios y talleres.

 Los trabajadores eran antiguos campesinos que poseían unos hábitos completamente opuestos a los hábitos que se les va a exigir: horarios extenuantes, actividades nuevas y peligrosas, ruido espantoso....por ello, dejan la fábrica.

Trabajo asalariado
El paso al trabajo asalariado supondrá:

 Los trabajadores pierden las calificaciones que habían conseguido. Antes tenían que aprender a hacer todo el proceso de producción, ahora sólo van a hacer una parte del proceso.

 Pierden la autonomía para decidir el cómo o el en qué se trabaja.
Se manifestaron distintos tipos de resistencia: sabotajes, boicots, absentismo... El absentismo era tan importante que los empresarios tomaron 2 medidas:
o aquel que este fuera de la fábrica iría a prisión
o mujeres y niños mayores de 6 años tenían que trabajar


El trabajo asalariado acabó consolidándose como la forma universal de trabajar.
¿ De qué dependió que se consolidara más o menos rápido en un país u otro?
o del grado de influencia de la religión (donde hay protestantismo, más población asalariada)
o por los sindicatos (núcleo resistente al Trabajo Asalariado) + sindicalismo, - trabajo asalariado
¿ Porqué se consolida el trabajo asalariado?

• El TA va a permitir que los ingresos tengan un carácter regular

• Consumo cada vez mayor de bienes no necesarios. Dependencia del salario cada vez más elevado. Esta dependencia va a comportar 2 cosas:


 Los empresarios la van a utilizar para frenar posibles conflictos planteados por los trabajadores.

 Se va a depender del industrial.

Rasgos característicos del trabajo asalariado

a) Rasgos distintivos del trabajo en la sociedad preindustrial y de la sociedad industrial:
SOCIEDAD PREINDUSTRIAL SOCIEDAD INDUSTRIAL
Trabajo de tipo agrario Trabajo de tipo industrial
Trabajo en el hogar (esfera privada) Trabajo lejos del hogar (esfera pública)

El trabajo lejos del hogar comportará 2 cosas:
o Movilidad obligada
o El salario va a pagar sólo el trabajo productivo y reproductivo del trabajador. Más tarde tb cubrirá el trabajo reproductivo de la toda la familia lo que permitirá por ejemplo que la mujer se quede en casa.


b)
SOCIEDAD PREINDUSTRIAL SOCIEDAD INDUSTRIAL
Producto del trabajo para ellos mismos Producto del trabajo para el empresario
Medios de producción propios Medios de produción del empresario

c) El trabajo humano tendrá consideración de una mercancía más, porque se pone precio al trabajo humano. El mercado de trabajo marca este precio PRECIO DEL TRABAJO = SALARIO. Hay una oferta de trabajo y una determinada demanda. Los aspectos que van a influir en que el salario suba o baje son:

o El esfuerzo y el tiempo
o Tasas de paro: más paro, menos salario
o El grado de fuerza del sindicato en cada zona, según el grado, presionará a que los salario suban o bajen
o Según el valor de cambio que el empresario obtenga de la aportación de trabajo que el trabajador le haga al empresario. Será la causa más importante. En función de la calificación de los distintos trabajadores dentro de la misma empresa, el empresario obtendrá distintos ingresos, por eso hay distinto salarios.
o Mercado de trabajo


d) Cambio en la concepción sobre el propio trabajo entre sociedad industrial y sociedad preindustrial:
o En la socdd preindustrial el trabajo tenía un fin en sí mismo, servía para satisfacer las necesidades de las personas. Pero en la socdd industrial es un medio con el cual obtener el fin. El trabajo se va a convertir en un instrumento y eso va a conllevar que eso no va a motivar a la gente pq no saben si con ese trabajo tendrán suficiente para vivir.

e) El trabajo en la sociedad industrial va a ser objeto de la máxima división:

Carácter social: división vertical del trabajo
Será la división entre “trabajo manual” y “trabajo intelectual”.
Consecuencias de la división vertical del trabajo:

- Cuando decimos que la división vertical del trabajo comporta una división entre manualidad e intelectualidad no es del todo cierto.
o Un directivo realiza tareas de tipo intelectual
o Los técnicos realizan mayormente tareas intelectuales, pero también algunas manuales
o Los mandos intermedios, mitad intelectual y mitad manual
o Los trabajadores cualificados, más manual que intelectual
o Los no cualificados, prácticamente todo tareas manuales.

Esta división del trabajo comportará 2 cosas importantes:
o Va a generarse una segmentación del mercado de trabajo (mercado primario, secundario y terciario)
o La división vertical se va a trasladar a la división social, a causa de los ingresos que tengan cada persona (clase alta, media y baja)

Carácter técnico: división horizontal del trabajo
Proceso que desde el principio hasta el final divide las tareas que se producen en el proceso íntegro de la producción. Esta división comportará 2 cosas:

o La descalificación del trabajador

o La realización de una sola tarea va a producir una alienación laboral. Un trabajador realiza una ínfima parta del proceso de trabajo y desconoce en que va a consistir el producto o servicio final.


El trabajo industrial, según Karl Marx se va a convertir en frustración e insatisfacción. A esta situación la llamará alienación laboral subjetiva de los trabajadores.

Según Marx, hay dos tipos de alienación:

o ~ subjetiva: el trabajador es consciente que su trabajo es aburrido
o ~ objetiva: cuando a pesar de que una persona no siente que su trabajo es monótono o aburrido


y hasta que puede entenderlo como satisfactorio, esa persona está alienada objetivamente.
Robert Bleuner dice que hay 4 tipos de factores que intervienen para que se produzca esta alienación subjetiva:
 Falta o ausencia de poder
 Ausencia de sentido
 Aislamiento
 Auto enajenación: ausencia de oportunidades para alcanzar la satisfacción por el contenido del trabajo realizado ya que éste no plantea ningún reto al trabajador.

Otros estudios sugirieron lo siguiente: un salario percibido por el trabajador como justo, buen ambiente laboral o contar con amistades pueden hasta eliminar la insatisfacción de un trabajo alienante. También se comprobó que los trabajadores no cualificados intentaban compensar la insatisfacción con más salarios, y los cualificados lo hacían buscando compensaciones en otras vías: ascensiones, mayor número de amistades.

TEMA 4: LA DIVISIÓN DEL TRABAJO SEGÚN EL GÉNERO

División de tareas entre hombre y mujer
La primera razón de que los hombres hagan unas actividades y las mujeres otras es la lucha por la supervivencia (la mujer es quien pare, amamanta y cuida a los hijos, y el hombre se dedica a cazar). El hombre se especializa en unas cosas y las mujeres en otras.
Al disponer, los hombres, de más tiempo libre, hace que se especialicen en mejorar utensilios de caza, en la defensa (institución militar) y en la institución política. Este control les hace tener cierto poder sobre las actividades de las mujeres Sociedad Patriarcal.
Consecuencias para las mujeres del sistema patriarcal con la revolución industrial
Dadas las nefastas consecuencias del trabajo productivo para los trabajadores con la Revolución Industrial, serán las mujeres las que tendrán que hacerse cargo de restituir a sus maridos de forma gratuita, hasta los años 40, en que se establecerá obligatoriamente las cotizaciones a la

Seguridad Social.


Trabajo de la mujer vs. Trabajo del hombre
La incorporación de la mujer al trabajo productivo no siempre ha estado bien visto, no sólo por los empresarios, sino también por los trabajadores varones.

 Cuando los empresarios han planteado el despido de alguna persona de la empresa, han existido unos “acuerdos” informales para que sean primero las mujeres quienes salgan.

 Ante la posibilidad de promocionarse en la empresa, se pone en duda la capacidad de trabajo de la mujer (¿Será capaz de mandar la mujer como mandan los hombres?) Pero si sube alguna mujer, ésta se vuelve más fuerte.

 Hay una actitud de comprensión ante las peores condiciones del trabajo que tienen las mujeres.

La vigencia de la sociedad patriarcal quedó reforzada con el sistema capitalista. El trabajoproductivo de las mujeres se caracteriza por:
o Provisionalidad: desisten “voluntariamente” del trabajo antes que los hombres.
o Subsidiariedad: las mujeres tienen menores categorías laborales y menores ingresos por el mismo trabajo que los hombres.
o Subordinación: la importancia del trabajo de la mujer queda subordinada al trabajo del marido.
Es paradójica la contradicción de los empresarios: por un lado, tienen preferencia, en determinados sectores, por contratar a la mujer. Pero el hecho de que los empresarios posean una ideología patriarcal les impide entender que las mujeres tienen derecho a casarse y tener hijos, cuando resulta que son los máximos defensores de los valores familiares y no toleran que esa discriminación se realice con sus mujeres o hijas.
Segregación horizontal del empleo de la mujer
Hace referencia a la concentración del empleo en un nº limitado de puestos de trabajo y sectores de actividad. El 70% del empleo femenino se localiza:
o Sector privado (34%) s/todo sector servicios
o Sector público (44%) Admin. Pública, educación....
La causa que explican esta particular especialización se deriva de la experiencia que alcanzan las mujeres en el ámbito del trabajo reproductivo o del hogar (habilidades como cocinar, limpiar, cuidar, etc....son habilidades que aprenden en el hogar, al hacer todas estas actividades para el resto de la familia)
Como los valores patriarcales son los que rigen las actitudes laborales, los empresarios dan por hecho que esas habilidades son fáciles de desempeñar por lo cual las infravaloran y las remuneran menos.
Cuando son las mujeres las que realizan profesiones “masculinas”, existe cierta desconfianza sobre sus capacidades, por lo que tienen que demostrar más que los varones.
Otra de las líneas dnd se concentra el empleo de las mujeres tiene que ver con la estética y el aspecto de las mujeres. Son empleadas por los hombres muchas veces como gancho de atracción sexual más allá de las funciones que exige el desempeño de esas ocupaciones.
Segregación vertical del empleo de la mujer
Hace referencia a la concentración del empleo de las mujeres en unos niveles jerárquicos de las empresas tendentes hacia abajo. En los últimos 20 años ha habido un débil ascenso de las mujeres a posiciones jerárquicas elevadas. Uno de los indicadores que muestran mejor la desigualdad entre hombres y mujeres viene reflejado por la disparidad en las remuneraciones.
Dentro del comercio minorista, en la hostelería, por ejemplo, se da que muchas veces las mujeres no son titulares del lugar donde trabajan pero dedican tiempo y esfuerzo al marido (titular). Muchos de estos pequeños negocios se sostienen gracias al trabajo no remunerado de la mujer. Contrariamente, si quien regenta el comercio es una mujer, no sólo dedica muchas horas en el trabajo, sino que lo hace todo también en el hogar.

sábado, 7 de mayo de 2011

EL PAPEL DEL TRABAJO

La obra de Federic Engels titulada "EL PAPEL DEL TRABAJO EN LA TRANSFORMACIÓN DEL MONO EN HOMBRE".


Quisera que todos tengan una lectura crítica de este tema para despertar el pensamiento analítico, y participar en el debate de la siguiente clase, adjunto parte de este material.





adjunto el tema del trabajo desde el punto de vista de la antropología, parte de la lectura.


http://www.razonyrevolucion.org.ar/textos/revryr/prodetrab/ryr7Rieznik.pdf